“Fuentes naturales como maíz, papa, yuca, cáñamo, plátano, fibras, celulosa, almidón, proteína entre otros para la obtención de polímeros biobasados”.

Realizado por: Heidy Lorena Calambas
Directora en desarrollo de proyectos

En los últimos años, se han venido generando una gran cantidad de investigaciones y desarrollos enfocados en la necesidad de reciclar y reutilizar materiales postindustriales que puedan sustituir total o parcialmente los recursos finitos con los que cuenta la humanidad.

Un ejemplo de esto se puede encontrar en el desarrollo de polímeros biobasados, donde se utilizan fuentes naturales para el procesamiento y obtención de este tipo de materiales. Entre las fuentes más utilizadas se encuentra el maíz, papa, yuca, cáñamo, plátano etc, a partir de fibras, celulosa, almidón, proteína entre otros.

En 2020, investigadores de la Universidad de Kasetsart en Bangkok, desarrollaron un material termoplástico a base de almidón de yuca, ácido poliláctico (PLA) y pulpa de aguacate, que puede ser utilizado en la fabricación de artículos moldeados por inyección como muchos de los polímeros tradicionales a base de petróleo (Jullanun and Yoksan 2020).

El interés por el uso de este tipo de materias primas para la obtención de diversos materiales, incluidos los de empaque, ha ido en constante crecimiento, donde incluso se ha hecho uso de la nanotecnología con el fin de obtener propiedades específicas, ya que, diferentes investigaciones han demostrado que algunos aditivos de tamaño nanométrico añadidos a bajas concentraciones pueden generar mejoras significativas en las propiedades mecánicas, térmicas, ópticas y fisicoquímicas de los materiales en comparación con el biopolímero puro (Calambas et al. 2021). Un ejemplo de ello son los nanocompuestos a partir de almidón de maíz y de nanopartículas de dióxido de Titanio (TiO₂), que permiten la obtención de una película polimérica con mayor resistencia a la tracción y mayor estabilidad térmica (Amin, Chowdhury, and Kowser 2019).